Septiembre Mes de la Biblia. Te compartimos un buen curso bíblico, que durante el año pasado se compartió diariamente en esta pagina, para que aprendamos mas sobre nuestra fe
CURSO DE BIBLIA ON-LINE
lunes, 2 de septiembre de 2013
domingo, 1 de septiembre de 2013
SEPTIEMBRE, MES DE LA BIBLIA
En Septiembre la Iglesia celebra el mes de la Biblia. Durante todo el mes, la Iglesia pone énfasis en la profundización de la Biblia, para que así en todas las comunidades cristianas, se desarrollen algunas actividades que nos permitan acercarnos mejor y con provecho a la Palabra de Dios.
Aclaro que no solamente se lea la Biblia en Septiembre, ella se lee todo el año. Lo que pasa es que en este mes se hace más énfasis en la profundización de la palabra, para que así los católicos puedan hacer hábitos de lectura y así se acostumbren a ella.
La Biblia es la palabra de Dios; es un manual de instrucciones para la vida; es antorcha, es espada; abrirla es oír la voz de Dios, esa voz que tanto buscamos a veces, esa voz que tanto necesitamos; esa voz cuyo valor a veces no entendemos ni valoramos; la invitación a ser un apasionado por la Biblia está hecha, ya que muchos de nosotros conocemos las verdades sobre la Biblia; cerrar la Biblia es como no querer leer una carta que Dios nos escribió especialmente para nosotros, el camino cristiano debe ir de la mano con una lectura fuerte de la Biblia, seguir a Cristo implica entre muchas cosas, ser un apasionado de la Biblia, la invitación está hecha.
Aclaro que no solamente se lea la Biblia en Septiembre, ella se lee todo el año. Lo que pasa es que en este mes se hace más énfasis en la profundización de la palabra, para que así los católicos puedan hacer hábitos de lectura y así se acostumbren a ella.
La Biblia es la palabra de Dios; es un manual de instrucciones para la vida; es antorcha, es espada; abrirla es oír la voz de Dios, esa voz que tanto buscamos a veces, esa voz que tanto necesitamos; esa voz cuyo valor a veces no entendemos ni valoramos; la invitación a ser un apasionado por la Biblia está hecha, ya que muchos de nosotros conocemos las verdades sobre la Biblia; cerrar la Biblia es como no querer leer una carta que Dios nos escribió especialmente para nosotros, el camino cristiano debe ir de la mano con una lectura fuerte de la Biblia, seguir a Cristo implica entre muchas cosas, ser un apasionado de la Biblia, la invitación está hecha.
miércoles, 28 de agosto de 2013
lunes, 26 de agosto de 2013
domingo, 25 de agosto de 2013
ANTES DE DESCANSAR...TE ENTREGO MI JESÚS
Te entrego, Señor, mi vida; hazla fecunda.
Te entrego, Señor, mi voluntad; hazla idéntica a la tuya.
Toma mis manos; hazlas acogedoras.
Toma mi corazón; hazlo ardiente.
Toma mis pies; hazlos incansables.
Toma mis ojos; hazlos transparentes.
Toma mis horas grises; hazlas novedad.
Toma mi niñez; hazla sencilla.
Toma mis cansancios; hazlos tuyos.
Toma mis veredas; hazlas tu camino.
Toma mis mentiras; hazlas verdad.
Toma mis muertes; hazlas vida.
Toma mi pobreza; hazla tu riqueza.
Toma mi obediencia; hazla tu gozo.
Toma mi nada; hazla lo que quieras.
Toma mi familia hazla tuya.
Toma mis amigos; hazlos tuyos.
Toma mis pecados, mis faltas de amor,
mis permanentes desilusiones. Transfórmalo todo.
Toma mis cruces y déjame volar.
Toma mis flores marchitas y déjame ser libre.
Hazme nuevo en la donación, alegría en la entrega,
gozo desbordante al dar la vida, al gastarme en tu servicio.
¿ME RECONOCES?
"Cuando nos dirijamos a alguien, recordemos que Cristo vive en esa persona". (Madre Teresa de Calcuta)
"El amor al prójimo es nuestra medida de nuestro amor de Dios". ( Santa Edith Stein)
"El amor al prójimo es nuestra medida de nuestro amor de Dios". ( Santa Edith Stein)
sábado, 24 de agosto de 2013
Alma de Cristo, santifícame.
Cuerpo de Cristo, sálvame.
Sangre de Cristo, embriágame.
Agua del costado de Cristo, lávame.
Pasión de Cristo, confórtame.
¡Oh, buen Jesús!, óyeme.
Dentro de tus llagas, escóndeme.
No permitas que me aparte de Ti.
Del enemigo, defiéndeme.
En la hora de mi muerte, llámame.
Y mándame ir a Ti.
Para que con tus santos te alabe.
Por los siglos de los siglos. Amén.
Cuerpo de Cristo, sálvame.
Sangre de Cristo, embriágame.
Agua del costado de Cristo, lávame.
Pasión de Cristo, confórtame.
¡Oh, buen Jesús!, óyeme.
Dentro de tus llagas, escóndeme.
No permitas que me aparte de Ti.
Del enemigo, defiéndeme.
En la hora de mi muerte, llámame.
Y mándame ir a Ti.
Para que con tus santos te alabe.
Por los siglos de los siglos. Amén.
miércoles, 21 de agosto de 2013
OFRECIMIENTO A LA SANTÍSIMA VIRGEN
¡Oh Señora mía! ¡Oh Madre mía! Yo me ofrezco enteramente a ti y en prueba de mi filial afecto te consagro en este día, mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón; en una palabra, todo mi ser. Ya que soy todo tuyo Oh Madre de bondad, guardame y defiéndeme como a pertenencia y posesión tuya. Amén.
Enseñar a los niños, a los adolescentes, a los jóvenes, y también a los adultos, la fe
Una de las urgencias que debemos sentir todos los católicos es la de enseñar a los niños, a los adolescentes, a los jóvenes, y también a los adultos, la fe. Sólo quien conoce qué significa ser cristiano, cuáles son las verdades del credo, qué enseña Jesús en el Evangelio, puede luego dar ese paso serio, profundo, de decir “creo”.
Pero la fe católica no consiste simplemente en aceptar contenidos, en conocer una serie de datos. Va mucho más allá. Porque la fe es, ante todo, conocer y aceptar a una Persona: Jesucristo.
Conocer la propia fe católica es, entonces, hacer una experiencia, descubrir y encontrarse con Jesús de Nazaret. Con aquel Profeta que era más que Profeta. Con aquel Hombre que se llamaba a sí mismo “el Hijo del Hombre”. Con aquel Mesías que realizaba signos y prodigios. Con aquel Cordero que supo dar su Sangre para redimir el pecado del mundo. Con aquel Señor, Hijo de Dios, que murió y que resucitó por nosotros y por nuestra salvación.
El católico no sigue un ideario, ni acepta una doctrina humana, ni vive según una cultura religiosa. Conocer la fe implica llegar a un encuentro personal con Cristo, como los Apóstoles, como Pablo de Tarso, como los millones de creyentes de todos los siglos.
La fe cristiana inicia, por lo tanto, desde un acontecimiento que cambia todos los parámetros, que permite descubrir un horizonte de verdades maravillosas.
Al explicar la conversión de san Pablo, el Papa Benedicto XVI comentaba: “Para nosotros el cristianismo no es una filosofía nueva o una nueva moral. Sólo somos cristianos si encontramos a Cristo. Ciertamente Él no se muestra a nosotros de esa forma irresistible, luminosa, como lo hizo con Pablo para hacerle Apóstol de todas las gentes. Pero también nosotros podemos encontrar a Cristo, en la lectura de la Sagrada Escritura, en la oración, en la vida litúrgica de la Iglesia. Podemos tocar el corazón de Cristo y sentir que Él toca el nuestro. Sólo en esta relación personal con Cristo, sólo en este encuentro con el Resucitado, nos convertimos realmente en cristianos. Y así se abre nuestra razón, se abre toda la sabiduría de Cristo y toda la riqueza de la verdad” (3 de septiembre de 2008).
Pero la fe católica no consiste simplemente en aceptar contenidos, en conocer una serie de datos. Va mucho más allá. Porque la fe es, ante todo, conocer y aceptar a una Persona: Jesucristo.
Conocer la propia fe católica es, entonces, hacer una experiencia, descubrir y encontrarse con Jesús de Nazaret. Con aquel Profeta que era más que Profeta. Con aquel Hombre que se llamaba a sí mismo “el Hijo del Hombre”. Con aquel Mesías que realizaba signos y prodigios. Con aquel Cordero que supo dar su Sangre para redimir el pecado del mundo. Con aquel Señor, Hijo de Dios, que murió y que resucitó por nosotros y por nuestra salvación.
El católico no sigue un ideario, ni acepta una doctrina humana, ni vive según una cultura religiosa. Conocer la fe implica llegar a un encuentro personal con Cristo, como los Apóstoles, como Pablo de Tarso, como los millones de creyentes de todos los siglos.
La fe cristiana inicia, por lo tanto, desde un acontecimiento que cambia todos los parámetros, que permite descubrir un horizonte de verdades maravillosas.
Al explicar la conversión de san Pablo, el Papa Benedicto XVI comentaba: “Para nosotros el cristianismo no es una filosofía nueva o una nueva moral. Sólo somos cristianos si encontramos a Cristo. Ciertamente Él no se muestra a nosotros de esa forma irresistible, luminosa, como lo hizo con Pablo para hacerle Apóstol de todas las gentes. Pero también nosotros podemos encontrar a Cristo, en la lectura de la Sagrada Escritura, en la oración, en la vida litúrgica de la Iglesia. Podemos tocar el corazón de Cristo y sentir que Él toca el nuestro. Sólo en esta relación personal con Cristo, sólo en este encuentro con el Resucitado, nos convertimos realmente en cristianos. Y así se abre nuestra razón, se abre toda la sabiduría de Cristo y toda la riqueza de la verdad” (3 de septiembre de 2008).
martes, 20 de agosto de 2013
INMACULADO CORAZON DE MARIA
Oh, Virgen mía, Oh, Madre mía,
yo me ofrezco enteramente a tu Inmaculado Corazón
y te consagro mi cuerpo y mi alma,
mis pensamientos y mis acciones.
Quiero ser como tu quieres que sea,
hacer lo que tu quieres que haga.
No temo, pues siempre estas conmigo.
Ayúdame a amar a tu hijo Jesús,
con todo mi corazón y sobre todas las cosas.
Pon mi mano en la tuya para que este siempre contigo."
yo me ofrezco enteramente a tu Inmaculado Corazón
y te consagro mi cuerpo y mi alma,
mis pensamientos y mis acciones.
Quiero ser como tu quieres que sea,
hacer lo que tu quieres que haga.
No temo, pues siempre estas conmigo.
Ayúdame a amar a tu hijo Jesús,
con todo mi corazón y sobre todas las cosas.
Pon mi mano en la tuya para que este siempre contigo."
LA FE DE UNA NIÑA EN EL ROSARIO, CAMBIO SU COMUNIDAD.
La breve vida de una niña devota católica en Seattle, Washington, ha permitido el retorno a la Iglesia de muchos católicos y la conversión de al menos diez estadounidenses. El testimonio de fe que dio al luchar contra un doloroso cáncer ha dado numerosos frutos e incluso ha permitido la fundación de una organización dedicada a apoyar a familias con miembros enfermos.
Gloria Strauss nació en 1996, tenía seis hermanos y llevó una vida completamente normal hasta cumplir los 7 años de edad. Era amable, alegre, cariñosa y muy piadosa. Gustaba mucho del rezo del Rosario.
En una entrevista con CatholicNewsAgency.com, su padre Doug Strauss, recordó que en el año 2003 Gloria recibió un accidental golpe de pelota en el rostro y cuando la lesión desapareció quedó un bulto sospechoso.
Los médicos le diagnosticaron un cáncer avanzado conocido como neuroblastoma y le dieron entre tres meses y tres años de vida. Gloria fue sometida a una cirugía y recibió tratamientos de quimioterapia.
Un columnista del Seattle Times se interesó por la historia de la familia y su primer artículo atrajo a muchos lectores. El caso llegó a medios de todo el país, uniendo a miles de personas en una gran cadena de oración.
Cuando la salud de Gloria empeoró en el año 2007, la familia empezó a recibir a decenas de personas en su casa para rezar el Rosario y entonar canciones religiosas con la niña. Cuando aumentó la afluencia de personas, cinco miembros de la comunidad abrieron sus hogares para continuar con las oraciones.
Gloria fue sometida a nuevas sesiones de quimioterapia e incluso intentaron un trasplante de células madre extraídas de su propia médula. Ante el dolor de su hija algunos cuestionaron a su padre sobre la "calidad de vida" que llevaba la menor.
Doug Krauss estaba confundido y decidió preguntarle a Gloria si tenía "calidad de vida". La niña le respondió: "¡Sí papá!" y emocionada añadió que muchas personas estaban empezando a rezar a causa de su enfermedad.
"Ella nos enseñó a todos la manera de llevar una cruz. Nos dio como regalo su propio compromiso en una relación constante con Dios a través de la oración. Ella siempre dijo, ‘sí’", recuerda Doug.
El testimonio de Gloria atrajo a personas de todas las religiones. "Todo el mundo sabía que somos católicos –no tuvimos que profesar nuestra fe– y queríamos oraciones de todos", señaló.
El cáncer siguió avanzando y la pequeña Gloria falleció el 21 de septiembre de 2007. Tenía once años.
Más de tres mil personas asistieron a su funeral, la familia empezó a recibir historias de cómo el testimonio de su hija había cambiado vidas y tiene conocimiento de al menos diez personas que se convirtieron al catolicismo por conocer la historia de Gloria. Una familia de luteranos que compartió un campamento con la familia Strauss decidió convertirse al catolicismo antes de la muerte de la niña. Gloria supo de esta conversión y manifestó su alegría.
Con la ayuda de un empresario local, la familia Strauss inició una organización en memoria de su hija. Se llama Gloria’s angels y se dedica a asistir a familias que tienen algún miembro con una enfermedad grave.
Gloria Strauss nació en 1996, tenía seis hermanos y llevó una vida completamente normal hasta cumplir los 7 años de edad. Era amable, alegre, cariñosa y muy piadosa. Gustaba mucho del rezo del Rosario.
En una entrevista con CatholicNewsAgency.com, su padre Doug Strauss, recordó que en el año 2003 Gloria recibió un accidental golpe de pelota en el rostro y cuando la lesión desapareció quedó un bulto sospechoso.
Los médicos le diagnosticaron un cáncer avanzado conocido como neuroblastoma y le dieron entre tres meses y tres años de vida. Gloria fue sometida a una cirugía y recibió tratamientos de quimioterapia.
Un columnista del Seattle Times se interesó por la historia de la familia y su primer artículo atrajo a muchos lectores. El caso llegó a medios de todo el país, uniendo a miles de personas en una gran cadena de oración.
Cuando la salud de Gloria empeoró en el año 2007, la familia empezó a recibir a decenas de personas en su casa para rezar el Rosario y entonar canciones religiosas con la niña. Cuando aumentó la afluencia de personas, cinco miembros de la comunidad abrieron sus hogares para continuar con las oraciones.
Gloria fue sometida a nuevas sesiones de quimioterapia e incluso intentaron un trasplante de células madre extraídas de su propia médula. Ante el dolor de su hija algunos cuestionaron a su padre sobre la "calidad de vida" que llevaba la menor.
Doug Krauss estaba confundido y decidió preguntarle a Gloria si tenía "calidad de vida". La niña le respondió: "¡Sí papá!" y emocionada añadió que muchas personas estaban empezando a rezar a causa de su enfermedad.
"Ella nos enseñó a todos la manera de llevar una cruz. Nos dio como regalo su propio compromiso en una relación constante con Dios a través de la oración. Ella siempre dijo, ‘sí’", recuerda Doug.
El testimonio de Gloria atrajo a personas de todas las religiones. "Todo el mundo sabía que somos católicos –no tuvimos que profesar nuestra fe– y queríamos oraciones de todos", señaló.
El cáncer siguió avanzando y la pequeña Gloria falleció el 21 de septiembre de 2007. Tenía once años.
Más de tres mil personas asistieron a su funeral, la familia empezó a recibir historias de cómo el testimonio de su hija había cambiado vidas y tiene conocimiento de al menos diez personas que se convirtieron al catolicismo por conocer la historia de Gloria. Una familia de luteranos que compartió un campamento con la familia Strauss decidió convertirse al catolicismo antes de la muerte de la niña. Gloria supo de esta conversión y manifestó su alegría.
Con la ayuda de un empresario local, la familia Strauss inició una organización en memoria de su hija. Se llama Gloria’s angels y se dedica a asistir a familias que tienen algún miembro con una enfermedad grave.
lunes, 19 de agosto de 2013
domingo, 4 de agosto de 2013
“Si desapareciese el sacramento del Orden, no tendríamos al Señor. ¿Quién lo ha puesto en el sagrario? El sacerdote. ¿Quién ha recibido vuestra alma apenas nacidos? El sacerdote. ¿Quién la nutre para que pueda terminar su peregrinación? El sacerdote. ¿Quién la preparará para comparecer ante Dios, lavándola por última vez en la sangre de Jesucristo? El sacerdote, siempre el sacerdote. Y si esta alma llegase a morir a causa del pecado, ¿quién la resucitará y le dará el descanso y la paz? También el sacerdote… ¡Después de Dios, el sacerdote lo es todo!… Él mismo sólo lo entenderá en el cielo”
Estas afirmaciones, nacidas del corazón sacerdotal del santo párroco, pueden parecernos exageradas o demasiado ingenuas. Sin embargo, revelan la altísima consideración en que tenía el sacramento del sacerdocio. Parecía sobrecogido por un inmenso sentido de la responsabilidad: “Si comprendiéramos bien lo que representa un sacerdote sobre la tierra, moriríamos: no de pavor, sino de amor… Sin el sacerdote, la muerte y la pasión de Nuestro Señor no servirían de nada. El sacerdote continúa la obra de la redención sobre la tierra… ¿De qué nos serviría una casa llena de oro si no hubiera nadie que nos abriera la puerta? El sacerdote tiene la llave de los tesoros del cielo: él es quien abre la puerta; es el administrador del buen Dios; el administrador de sus bienes… Dejad una parroquia veinte años sin sacerdote y adorarán a las bestias… El sacerdote no es sacerdote para sí mismo, sino para vosotros.”
jueves, 1 de agosto de 2013
La Eucaristía, memorial de las maravillas de Dios
1. Entre los múltiples aspectos de la Eucaristía destaca el de "memorial", que guarda relación con un tema bíblico de gran importancia. Por ejemplo, en el libro del Éxodo leemos: "Dios se acordó de su alianza con Abraham, Isaac y Jacob" (Ex 2, 24). En cambio, en el Deuteronomio se dice: "Acuérdate del Señor, tu Dios" (Dt 8, 18). "Acuérdate bien de lo que el Señor, tu Dios, hizo..." (Dt 7, 18). En la Biblia el recuerdo de Dios y el recuerdo del hombre se entrecruzan y constituyen un componente fundamental de la vida del pueblo de Dios. Sin embargo, no se trata de la simple conmemoración de un pasado ya concluido, sino de un zikkarón, es decir, un "memorial". Esto "no es solamente el recuerdo de los acontecimientos del pasado, sino la proclamación de las maravillas que Dios ha realizado en favor de los hombres. En la celebración litúrgica, estos acontecimientos se hacen, en cierta forma, presentes y actuales" (Catecismo de la Iglesia católica, n. 1363). El memorial hace referencia a un vínculo de alianza que nunca desaparece: "El Señor se acuerda de nosotros y nos bendice" (Sal 115, 12).
Así pues, la fe bíblica implica el recuerdo eficaz de las obras maravillosas de salvación. Esas obras se profesan en el "Gran Hallel", el Salmo 136, que, después de proclamar la creación y la salvación ofrecida a Israel en el Éxodo, concluye: "En nuestra humillación se acordó de nosotros, porque es eterna su misericordia. (...) Nos libró (...), dio alimento a todo viviente, porque es eterna su misericordia" (Sal 136, 23-25). En el evangelio encontramos palabras semejantes en labios de María y de Zacarías: "Acogió a Israel, su siervo, acordándose de su misericordia (...). Se acordó de su santa alianza" (Lc 1, 54. 72).
2. En el Antiguo Testamento el "memorial" por excelencia de las obras de Dios en la historia era la liturgia pascual del Éxodo: cada vez que el pueblo de Israel celebraba la Pascua, Dios le ofrecía de modo eficaz el don de la libertad y de la salvación. Así pues, en el rito pascual se entrecruzaban los dos recuerdos, el divino y el humano, es decir, la gracia salvífica y la fe agradecida: "Este será un día memorable para vosotros, y lo celebraréis como fiesta en honor del Señor (...). Y esto te servirá como señal en tu mano, y como recordatorio ante tus ojos, para que la ley del Señor esté en tu boca; porque con mano fuerte te sacó el Señor de Egipto" (Ex 12, 14; 13, 9). En virtud de este acontecimiento, como afirmaba un filósofo judío, Israel será siempre "una comunidad basada en el recuerdo" (M. Buber).
3. El entrelazamiento del recuerdo de Dios con el del hombre también está en el centro de la Eucaristía, que es el "memorial" por excelencia de la Pascua cristiana. En efecto, la "anámnesis", o sea, el acto de recordar es el corazón de la celebración: el sacrificio de Cristo, acontecimiento único, realizado ...fÆpaj, es decir, "de una vez para siempre" (Hb 7, 27; 9, 12. 26; 10, 12), difunde su presencia salvífica en el tiempo y en el espacio de la historia humana. Eso se expresa en el imperativo final que san Lucas y san Pablo refieren en la narración de la última Cena: "Esto es mi cuerpo que se entrega por vosotros; haced esto en recuerdo mío (...). Este cáliz es la Nueva Alianza en mi sangre. Cuantas veces la bebiereis, hacedlo en recuerdo mío" (1 Co 11, 24-25, cf. Lc 22, 19). El pasado del "cuerpo entregado por nosotros" en la cruz se presenta vivo en el hoy y, como declara san Pablo, se abre al futuro de la redención final: "Cada vez que coméis este pan y bebéis este cáliz, anunciáis la muerte del Señor, hasta que venga" (1 Co 11, 26). Por consiguiente, la Eucaristía es memorial de la muerte de Cristo, pero también es presencia de su sacrificio y anticipación de su venida gloriosa. Es el sacramento de la continua cercanía salvadora del Señor resucitado en la historia. Así se comprende la exhortación de san Pablo a Timoteo: "Acuérdate de Jesucristo, descendiente de David, resucitado de entre los muertos" (2 Tm 2, . Este recuerdo vive y actúa de modo especial en la Eucaristía.
4. El evangelista san Juan nos explica el sentido profundo del "recuerdo" de las palabras y de los acontecimientos de Cristo. Frente al gesto de Jesús que expulsa del templo a los mercaderes y anuncia que será destruido y reconstruido en tres días, anota: "Cuando resucitó de entre los muertos, se acordaron sus discípulos de que había dicho eso, y creyeron en la Escritura y en las palabras que había dicho Jesús" (Jn 2, 22). Esta memoria que engendra y alimenta la fe es obra del Espíritu Santo, "que el Padre mandará en nombre" de Cristo: "él os lo enseñará todo y os recordará todo lo que yo os he dicho" (Jn 14, 26). Por consiguiente, hay un recuerdo eficaz: el interior, que lleva a la comprensión de la palabra de Dios, y el sacramental, que se realiza en la Eucaristía. Son las dos realidades de salvación que san Lucas unió en el espléndido relato de los discípulos de Emaús, marcado por la explicación de las Escrituras y por el "partir del pan" (cf. Lc 24, 13-35).
5. "Recordar" es, por tanto, "volver a llevar al corazón" en la memoria y en el afecto, pero es también celebrar una presencia. "Sólo la Eucaristía, verdadero memorial del misterio pascual de Cristo, es capaz de mantener vivo en nosotros el recuerdo de su amor. De ahí que la Iglesia vigile su celebración; ya que si la divina eficacia de esta vigilancia continua y dulcísima no la fomentara; si no sintiera la fuerza penetrante de la mirada del Esposo fija sobre ella, fácilmente la misma Iglesia se haría olvidadiza, insensible, infiel" (carta apostólica Patres Ecclesiae, III: Enchiridion Vaticanum 7, 33; L´Osservatore Romano, edición en lengua española, 27 de enero de 1980, p. 15). Esta exhortación a la vigilancia hace que nuestras liturgias eucarísticas estén abiertas a la venida plena del Señor, a la aparición de la Jerusalén celestial. En la Eucaristía el cristiano alimenta la esperanza del encuentro definitivo con su Señor.
Autor: SS Juan Pablo II | Fuente: Catholic.net
Catequesis de la Eucaristía Juan Pablo II. Audiencia General. Miércoles 4 de octubre 2000.
1. Entre los múltiples aspectos de la Eucaristía destaca el de "memorial", que guarda relación con un tema bíblico de gran importancia. Por ejemplo, en el libro del Éxodo leemos: "Dios se acordó de su alianza con Abraham, Isaac y Jacob" (Ex 2, 24). En cambio, en el Deuteronomio se dice: "Acuérdate del Señor, tu Dios" (Dt 8, 18). "Acuérdate bien de lo que el Señor, tu Dios, hizo..." (Dt 7, 18). En la Biblia el recuerdo de Dios y el recuerdo del hombre se entrecruzan y constituyen un componente fundamental de la vida del pueblo de Dios. Sin embargo, no se trata de la simple conmemoración de un pasado ya concluido, sino de un zikkarón, es decir, un "memorial". Esto "no es solamente el recuerdo de los acontecimientos del pasado, sino la proclamación de las maravillas que Dios ha realizado en favor de los hombres. En la celebración litúrgica, estos acontecimientos se hacen, en cierta forma, presentes y actuales" (Catecismo de la Iglesia católica, n. 1363). El memorial hace referencia a un vínculo de alianza que nunca desaparece: "El Señor se acuerda de nosotros y nos bendice" (Sal 115, 12).
Así pues, la fe bíblica implica el recuerdo eficaz de las obras maravillosas de salvación. Esas obras se profesan en el "Gran Hallel", el Salmo 136, que, después de proclamar la creación y la salvación ofrecida a Israel en el Éxodo, concluye: "En nuestra humillación se acordó de nosotros, porque es eterna su misericordia. (...) Nos libró (...), dio alimento a todo viviente, porque es eterna su misericordia" (Sal 136, 23-25). En el evangelio encontramos palabras semejantes en labios de María y de Zacarías: "Acogió a Israel, su siervo, acordándose de su misericordia (...). Se acordó de su santa alianza" (Lc 1, 54. 72).
2. En el Antiguo Testamento el "memorial" por excelencia de las obras de Dios en la historia era la liturgia pascual del Éxodo: cada vez que el pueblo de Israel celebraba la Pascua, Dios le ofrecía de modo eficaz el don de la libertad y de la salvación. Así pues, en el rito pascual se entrecruzaban los dos recuerdos, el divino y el humano, es decir, la gracia salvífica y la fe agradecida: "Este será un día memorable para vosotros, y lo celebraréis como fiesta en honor del Señor (...). Y esto te servirá como señal en tu mano, y como recordatorio ante tus ojos, para que la ley del Señor esté en tu boca; porque con mano fuerte te sacó el Señor de Egipto" (Ex 12, 14; 13, 9). En virtud de este acontecimiento, como afirmaba un filósofo judío, Israel será siempre "una comunidad basada en el recuerdo" (M. Buber).
3. El entrelazamiento del recuerdo de Dios con el del hombre también está en el centro de la Eucaristía, que es el "memorial" por excelencia de la Pascua cristiana. En efecto, la "anámnesis", o sea, el acto de recordar es el corazón de la celebración: el sacrificio de Cristo, acontecimiento único, realizado ...fÆpaj, es decir, "de una vez para siempre" (Hb 7, 27; 9, 12. 26; 10, 12), difunde su presencia salvífica en el tiempo y en el espacio de la historia humana. Eso se expresa en el imperativo final que san Lucas y san Pablo refieren en la narración de la última Cena: "Esto es mi cuerpo que se entrega por vosotros; haced esto en recuerdo mío (...). Este cáliz es la Nueva Alianza en mi sangre. Cuantas veces la bebiereis, hacedlo en recuerdo mío" (1 Co 11, 24-25, cf. Lc 22, 19). El pasado del "cuerpo entregado por nosotros" en la cruz se presenta vivo en el hoy y, como declara san Pablo, se abre al futuro de la redención final: "Cada vez que coméis este pan y bebéis este cáliz, anunciáis la muerte del Señor, hasta que venga" (1 Co 11, 26). Por consiguiente, la Eucaristía es memorial de la muerte de Cristo, pero también es presencia de su sacrificio y anticipación de su venida gloriosa. Es el sacramento de la continua cercanía salvadora del Señor resucitado en la historia. Así se comprende la exhortación de san Pablo a Timoteo: "Acuérdate de Jesucristo, descendiente de David, resucitado de entre los muertos" (2 Tm 2, . Este recuerdo vive y actúa de modo especial en la Eucaristía.
4. El evangelista san Juan nos explica el sentido profundo del "recuerdo" de las palabras y de los acontecimientos de Cristo. Frente al gesto de Jesús que expulsa del templo a los mercaderes y anuncia que será destruido y reconstruido en tres días, anota: "Cuando resucitó de entre los muertos, se acordaron sus discípulos de que había dicho eso, y creyeron en la Escritura y en las palabras que había dicho Jesús" (Jn 2, 22). Esta memoria que engendra y alimenta la fe es obra del Espíritu Santo, "que el Padre mandará en nombre" de Cristo: "él os lo enseñará todo y os recordará todo lo que yo os he dicho" (Jn 14, 26). Por consiguiente, hay un recuerdo eficaz: el interior, que lleva a la comprensión de la palabra de Dios, y el sacramental, que se realiza en la Eucaristía. Son las dos realidades de salvación que san Lucas unió en el espléndido relato de los discípulos de Emaús, marcado por la explicación de las Escrituras y por el "partir del pan" (cf. Lc 24, 13-35).
5. "Recordar" es, por tanto, "volver a llevar al corazón" en la memoria y en el afecto, pero es también celebrar una presencia. "Sólo la Eucaristía, verdadero memorial del misterio pascual de Cristo, es capaz de mantener vivo en nosotros el recuerdo de su amor. De ahí que la Iglesia vigile su celebración; ya que si la divina eficacia de esta vigilancia continua y dulcísima no la fomentara; si no sintiera la fuerza penetrante de la mirada del Esposo fija sobre ella, fácilmente la misma Iglesia se haría olvidadiza, insensible, infiel" (carta apostólica Patres Ecclesiae, III: Enchiridion Vaticanum 7, 33; L´Osservatore Romano, edición en lengua española, 27 de enero de 1980, p. 15). Esta exhortación a la vigilancia hace que nuestras liturgias eucarísticas estén abiertas a la venida plena del Señor, a la aparición de la Jerusalén celestial. En la Eucaristía el cristiano alimenta la esperanza del encuentro definitivo con su Señor.
Autor: SS Juan Pablo II | Fuente: Catholic.net
Catequesis de la Eucaristía Juan Pablo II. Audiencia General. Miércoles 4 de octubre 2000.
miércoles, 31 de julio de 2013
lunes, 29 de julio de 2013
Epístola I de San Juan 4,7-16.
Queridos míos, amémonos los unos a los otros, porque el amor procede de Dios, y el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios.
El que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor. Así Dios nos manifestó su amor: envió a su Hijo único al mundo, para que tuviéramos Vida por medio de él. Y este amor no consiste en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó primero, y envió a su Hijo como víctima propiciatoria por nuestros pecados. Queridos míos, si Dios nos amó tanto, también nosotros debemos amarnos los unos a los otros. Nadie ha visto nunca a Dios: si nos amamos los unos a los otros, Dios permanece en nosotros y el amor de Dios ha llegado a su plenitud en nosotros. La señal de que permanecemos en él y él permanece en nosotros, es que nos ha comunicado su Espíritu.
Y nosotros hemos visto y atestiguamos que el Padre envió al Hijo como Salvador del mundo. El que confiesa que Jesús es el Hijo de Dios, permanece en Dios, y Dios permanece en él. Nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en él. Dios es amor, y el que permanece en el amor permanece en Dios, y Dios permanece en él.
domingo, 28 de julio de 2013
iIMPRESIONANTE, Los Rolling Stones habían reunido 1.5 de millones de personas en Copacabana, un record, un hombre de fe, nuestro papa Francisco reunió 3 millones de jóvenes para escuchar hablar del Señor Jesucristo, según organizadores que la playa no dio abasto y quedaron como uno o dos millones fuera de la playa . Esta es nuestra Iglesia, católico somos, una sola fe. Amen
RECUERDA AMIGO CUANDO ENTRAS A LA CASA DE DIOS PISAS TIERRA SAGRADA.
La Casa de Dios es el lugar más Santo de todo el universo. Cada vez que entres ,recuerda que allí ,vive Jesús en el Sagrario y te espera con AMOR.
Vístete decorosamente, apaga tu celular y ten fe que todo lo que pidas, si eres respetuoso , piadoso en tus actitudes y posturas en el Templo, será recibido por el Señor con agrado .
Y tu alma ya no será la misma.
Haz silencio. Busca cerrar tus ojos y quédate quieto. Dios esta en su Casa. El Amor puede hablarte íntimamente .
Mi deseo es que Dios se manifieste en ti.
La Casa de Dios es el lugar más Santo de todo el universo. Cada vez que entres ,recuerda que allí ,vive Jesús en el Sagrario y te espera con AMOR.
Vístete decorosamente, apaga tu celular y ten fe que todo lo que pidas, si eres respetuoso , piadoso en tus actitudes y posturas en el Templo, será recibido por el Señor con agrado .
Y tu alma ya no será la misma.
Haz silencio. Busca cerrar tus ojos y quédate quieto. Dios esta en su Casa. El Amor puede hablarte íntimamente .
Mi deseo es que Dios se manifieste en ti.
RÍO DE JANEIRO, 26 Jul. 13 / 05:43 pm (ACI).- El Papa Francisco presidió esta noche en la playa de Copacabana (Brasil), el recorrido del Vía Crucis junto a más de un millón de jóvenes, a quienes recordó que en la Cruz “está todo el amor de Dios” y los exhortó a tener la valentía de ir contra la corriente y no ser indiferentes como Pilatos que se lavó las manos, sino ser como el Cireneo que ayudó a Cristo a llevar la Cruz, o como María y las mujeres que lo acompañan hasta el final.
En su discurso al final del Vía Crucis, el Papa afirmó que la Cruz enseña “a mirar siempre al otro con misericordia y amor (…) a salir de nosotros mismos para ir a su encuentro y tenderles la mano”. “Muchos rostros han acompañado a Jesús en su camino al Calvario: Pilato, el Cireneo, María, las mujeres… También nosotros podemos ser para los demás como Pilato, que no tiene la valentía de ir contracorriente para salvar la vida de Jesús y se lava las manos”, advirtió.
El Santo Padre presenció desde el estrado principal el recorrido que la Cruz de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) hizo por cada una de las trece primeras estaciones, hasta llegar a la última estación ubicada en el estrado donde se encontraba Francisco. En cada una de estas, jóvenes peregrinos escenificaron cada pasaje del Vía Crucis donde reflexionaron sobre las realidades del mundo de hoy.
“Hemos venido hoy aquí para acompañar a Jesús a lo largo de su camino de dolor y de amor, el camino de la Cruz, que es uno de los momentos fuertes de la Jornada Mundial de la Juventud”, afirmó el Papa al final del recorrido, donde recordó que el primer nombre de Brasil “fue precisamente ‘Terra de Santa Cruz’”, y pidió por el descanso de los 242 jóvenes brasileños que en enero pasado murieron en el incendio de una discoteca en la ciudad de Santa María la Mayor.
En su discurso, Francisco trajo a la memoria las palabras del Beato Juan Pablo II, que al final del Año Santo de la Redención confió a los jóvenes la misión de llevar la Cruz por todo el mundo “como signo del amor de Jesús” y anunciar que “solo en Cristo muerto y resucitado hay salvación y redención”.
“Nadie puede tocar la Cruz de Jesús sin dejar en ella algo de sí mismo y sin llevar consigo algo de la cruz de Jesús a la propia vida”, afirmó el Papa, quien preguntó a los peregrinos “¿qué han dejado ustedes en la Cruz, queridos jóvenes de Brasil, en estos dos años en los que ha recorrido su inmenso país? Y ¿qué ha dejado la Cruz en cada uno de ustedes? Y, finalmente, ¿qué nos enseña para nuestra vida esta Cruz?”.
En ese sentido, recordó que la tradición cuenta que cuando Pedro salía de Roma huyendo de la persecución de Nerón, “vio que Jesús caminaba en dirección contraria y enseguida le preguntó: ‘Señor, ¿adónde vas?’. La respuesta de Jesús fue: ‘Voy a Roma para ser crucificado de nuevo’. En aquel momento, Pedro comprendió que tenía que seguir al Señor con valentía, hasta el final, pero entendió sobre todo que nunca estaba solo en el camino; con él estaba siempre aquel Jesús que lo había amado hasta morir en la Cruz”.
“Jesús con su Cruz recorre nuestras calles para cargar con nuestros miedos, nuestros problemas, nuestros sufrimientos, también los más profundos”, afirmó el Papa, y aseguró que con la Cruz, Jesús se une a los que sufren la violencia, a los inocentes e indefensos, a quienes enfrentan dificultades, a las “víctimas de paraísos artificiales como la droga”.
Jesús, dijo Francisco, se une a los que pasan hambre “en un mundo que cada día tira toneladas de alimentos”, a los perseguidos por su religión, “por sus ideas, o simplemente por el color de su piel”, se une a los jóvenes que perdieron su confianza en los políticos porque ven egoísmo y corrupción, “o que han perdido su fe en la Iglesia, e incluso en Dios, por la incoherencia de los cristianos y de los ministros del Evangelio”.
“Él acoge todo con los brazos abiertos, carga sobre su espalda nuestras cruces y nos dice: ¡Ánimo! No la llevas tú solo. Yo la llevo contigo y yo he vencido a la muerte y he venido a darte esperanza, a darte vida”, aseguró.
Francisco señaló que la Cruz deja en cada persona “la certeza del amor indefectible de Dios”, que “entra en nuestro pecado y lo perdona” y da fuerza para sobrellevar el sufrimiento. “En la Cruz de Cristo está todo el amor de Dios, su inmensa misericordia”, porque la ha transformado “en signo de amor, de victoria y de vida”.
“Queridos amigos, la Cruz de Cristo nos enseña a ser como el Cireneo, que ayuda a Jesús a llevar aquel madero pesado, como María y las otras mujeres, que no tienen miedo de acompañar a Jesús hasta el final, con amor, con ternura. Y tú, ¿cómo quién eres? ¿Como Pilato, como el Cireneo, como María?”, preguntó el Papa.
Finalmente, Francisco invitó a los jóvenes a llevar sus alegrías, sufrimientos y fracasos a la
Cruz de Cristo, donde encontrarán “un Corazón abierto que nos comprende, nos perdona, nos ama y nos pide llevar este mismo amor a nuestra vida, amar a cada hermano o hermana nuestra con ese mismo amor”.
En su discurso al final del Vía Crucis, el Papa afirmó que la Cruz enseña “a mirar siempre al otro con misericordia y amor (…) a salir de nosotros mismos para ir a su encuentro y tenderles la mano”. “Muchos rostros han acompañado a Jesús en su camino al Calvario: Pilato, el Cireneo, María, las mujeres… También nosotros podemos ser para los demás como Pilato, que no tiene la valentía de ir contracorriente para salvar la vida de Jesús y se lava las manos”, advirtió.
El Santo Padre presenció desde el estrado principal el recorrido que la Cruz de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) hizo por cada una de las trece primeras estaciones, hasta llegar a la última estación ubicada en el estrado donde se encontraba Francisco. En cada una de estas, jóvenes peregrinos escenificaron cada pasaje del Vía Crucis donde reflexionaron sobre las realidades del mundo de hoy.
“Hemos venido hoy aquí para acompañar a Jesús a lo largo de su camino de dolor y de amor, el camino de la Cruz, que es uno de los momentos fuertes de la Jornada Mundial de la Juventud”, afirmó el Papa al final del recorrido, donde recordó que el primer nombre de Brasil “fue precisamente ‘Terra de Santa Cruz’”, y pidió por el descanso de los 242 jóvenes brasileños que en enero pasado murieron en el incendio de una discoteca en la ciudad de Santa María la Mayor.
En su discurso, Francisco trajo a la memoria las palabras del Beato Juan Pablo II, que al final del Año Santo de la Redención confió a los jóvenes la misión de llevar la Cruz por todo el mundo “como signo del amor de Jesús” y anunciar que “solo en Cristo muerto y resucitado hay salvación y redención”.
“Nadie puede tocar la Cruz de Jesús sin dejar en ella algo de sí mismo y sin llevar consigo algo de la cruz de Jesús a la propia vida”, afirmó el Papa, quien preguntó a los peregrinos “¿qué han dejado ustedes en la Cruz, queridos jóvenes de Brasil, en estos dos años en los que ha recorrido su inmenso país? Y ¿qué ha dejado la Cruz en cada uno de ustedes? Y, finalmente, ¿qué nos enseña para nuestra vida esta Cruz?”.
En ese sentido, recordó que la tradición cuenta que cuando Pedro salía de Roma huyendo de la persecución de Nerón, “vio que Jesús caminaba en dirección contraria y enseguida le preguntó: ‘Señor, ¿adónde vas?’. La respuesta de Jesús fue: ‘Voy a Roma para ser crucificado de nuevo’. En aquel momento, Pedro comprendió que tenía que seguir al Señor con valentía, hasta el final, pero entendió sobre todo que nunca estaba solo en el camino; con él estaba siempre aquel Jesús que lo había amado hasta morir en la Cruz”.
“Jesús con su Cruz recorre nuestras calles para cargar con nuestros miedos, nuestros problemas, nuestros sufrimientos, también los más profundos”, afirmó el Papa, y aseguró que con la Cruz, Jesús se une a los que sufren la violencia, a los inocentes e indefensos, a quienes enfrentan dificultades, a las “víctimas de paraísos artificiales como la droga”.
Jesús, dijo Francisco, se une a los que pasan hambre “en un mundo que cada día tira toneladas de alimentos”, a los perseguidos por su religión, “por sus ideas, o simplemente por el color de su piel”, se une a los jóvenes que perdieron su confianza en los políticos porque ven egoísmo y corrupción, “o que han perdido su fe en la Iglesia, e incluso en Dios, por la incoherencia de los cristianos y de los ministros del Evangelio”.
“Él acoge todo con los brazos abiertos, carga sobre su espalda nuestras cruces y nos dice: ¡Ánimo! No la llevas tú solo. Yo la llevo contigo y yo he vencido a la muerte y he venido a darte esperanza, a darte vida”, aseguró.
Francisco señaló que la Cruz deja en cada persona “la certeza del amor indefectible de Dios”, que “entra en nuestro pecado y lo perdona” y da fuerza para sobrellevar el sufrimiento. “En la Cruz de Cristo está todo el amor de Dios, su inmensa misericordia”, porque la ha transformado “en signo de amor, de victoria y de vida”.
“Queridos amigos, la Cruz de Cristo nos enseña a ser como el Cireneo, que ayuda a Jesús a llevar aquel madero pesado, como María y las otras mujeres, que no tienen miedo de acompañar a Jesús hasta el final, con amor, con ternura. Y tú, ¿cómo quién eres? ¿Como Pilato, como el Cireneo, como María?”, preguntó el Papa.
Finalmente, Francisco invitó a los jóvenes a llevar sus alegrías, sufrimientos y fracasos a la
Cruz de Cristo, donde encontrarán “un Corazón abierto que nos comprende, nos perdona, nos ama y nos pide llevar este mismo amor a nuestra vida, amar a cada hermano o hermana nuestra con ese mismo amor”.
miércoles, 26 de junio de 2013
lunes, 18 de marzo de 2013
jueves, 7 de marzo de 2013
miércoles, 20 de febrero de 2013
jueves, 14 de febrero de 2013
MENÚ CUARESMAL AGRADABLE A DIOS
MENÚ CUARESMAL AGRADABLE A DIOS
Espero tomemos aunque sea un poquito de este menú , buen provecho a todos mis amigos, yo se que si podemos ¡¡¡¡
1. TENER A LA MANO:
Abrelatas, para abrir el corazón endurecido.
Cuchillo bien afilado, para cortar vicios y malas costumbres.
Destapador, para destapar lo atorado en las relaciones familiares.
Colador, para pasar por alto las ofensas y purificar intenciones.
2. ABSTENERSE:
De comer prójimo (chismes, murmuraciones y calumnias).
Evitar condimentar el día con venganzas.
Evitar consumir altas dosis de egoísmo.
No tomar rencor, que pone de mal genio.
Evitar el consumo excesivo de picantes, para no enchilarse y decir malas palabras.
No tomar postres helados, que congelen el afecto.
Lavar bien el corazón, para que no se infecte de la cólera.
3. MENÚ RECOMENDADO:
Exquisita caridad para con el prójimo.
Caldo de atención a los desamparados y enfermos.
Ensalada de detalles de afecto para los suyos.
Tortillas abundantes para compartir con el hambriento.
Refresco de alegría para convidar a los tristes y desanimados.
Sopa de letras para escribir más seguido a familiares y amigos.
Puré de zanahoria para ver con buenos ojos a los demás.
Pan bendito para los afligidos, ya que “las penas con pan son menos”.
De postre se recomienda:
Perita en dulce, para ser buena persona y caerle bien a todos.
Torrejas con miel, para endulzar los defectos de los otros.
Yogur de guayaba para repartir… gestos de perdón.
Naranja dulce y limón partido, “dame el abrazo que yo te pido” (abrazar a los seres queridos, y darles besitos, de verdad, no de chocolate ni de coco).
Y no olvides:
“Donde come uno, comen dos” y “échale siempre más agua a los frijoles”, o sea: ¡comparte tu vida con los otros!
Finalmente, el Chef Celestial recomienda su especialidad en alimento espiritual: la Eucaristía, porque “el que come mi Carne y bebe mi Sangre, tiene Vida Eterna”.
Espero tomemos aunque sea un poquito de este menú , buen provecho a todos mis amigos, yo se que si podemos ¡¡¡¡
1. TENER A LA MANO:
Abrelatas, para abrir el corazón endurecido.
Cuchillo bien afilado, para cortar vicios y malas costumbres.
Destapador, para destapar lo atorado en las relaciones familiares.
Colador, para pasar por alto las ofensas y purificar intenciones.
2. ABSTENERSE:
De comer prójimo (chismes, murmuraciones y calumnias).
Evitar condimentar el día con venganzas.
Evitar consumir altas dosis de egoísmo.
No tomar rencor, que pone de mal genio.
Evitar el consumo excesivo de picantes, para no enchilarse y decir malas palabras.
No tomar postres helados, que congelen el afecto.
Lavar bien el corazón, para que no se infecte de la cólera.
3. MENÚ RECOMENDADO:
Exquisita caridad para con el prójimo.
Caldo de atención a los desamparados y enfermos.
Ensalada de detalles de afecto para los suyos.
Tortillas abundantes para compartir con el hambriento.
Refresco de alegría para convidar a los tristes y desanimados.
Sopa de letras para escribir más seguido a familiares y amigos.
Puré de zanahoria para ver con buenos ojos a los demás.
Pan bendito para los afligidos, ya que “las penas con pan son menos”.
De postre se recomienda:
Perita en dulce, para ser buena persona y caerle bien a todos.
Torrejas con miel, para endulzar los defectos de los otros.
Yogur de guayaba para repartir… gestos de perdón.
Naranja dulce y limón partido, “dame el abrazo que yo te pido” (abrazar a los seres queridos, y darles besitos, de verdad, no de chocolate ni de coco).
Y no olvides:
“Donde come uno, comen dos” y “échale siempre más agua a los frijoles”, o sea: ¡comparte tu vida con los otros!
Finalmente, el Chef Celestial recomienda su especialidad en alimento espiritual: la Eucaristía, porque “el que come mi Carne y bebe mi Sangre, tiene Vida Eterna”.
miércoles, 6 de febrero de 2013
HORARIOS DE MISAS. 13 DE FEBRERO MIÉRCOLES DE CENIZA
8:00 a.m. Parroquia de Nuestra Señora de Rosario
8:00 a.m. Santuario de la Virgen de Guadalupe
10:00 a.m. Santuario de la Virgen de Guadalupe
12:00 p.m. Santuario de la Virgen de Guadalupe
5:00 p.m. Santísima Trinidad, Poblado Chacama
6:00 p.m. Santuario de la Virgen de Guadalupe
8:00 p.m. Santuario de la Virgen de Guadalupe
Hermanos habrá CONFESIONES, acércate arrepentido y con deseos de convertirte.
MIL BOLITAS !!!!!!!!!!!!!!!! - TREMENDO MENSAJE PARA PENSAR ...
Amigos saludos.
Léanlo hasta el final. Vale la pena....
Las mil Bolitas…
Cuanto más envejezco, más disfruto de las mañanas del sábado.
Tal vez es la quieta soledad que viene por ser el primero en levantarse o quizá el increíble gozo de no tener que ir al trabajo...
De todas maneras, las primeras horas de un sábado son en extremo deliciosas.
Hace unas cuantas semanas, me dirigía hacia mi equipo de radio-aficionado, con una humeante taza de café en una mano y el periódico en la otra.
Lo que comenzó como una típica mañana de sábado, se convirtió en una de esas lecciones que la vida parece darnos de vez en cuando...
Déjenme contarles:
Sintonicé mi equipo de radio en banda de 20 metros, para entrar en una red de intercambio de sábado en la mañana.
Después de un rato, me topé con un colega que sonaba un tanto mayor.
Él le estaba diciendo a su interlocutor, algo acerca de "unas mil bolitas".
Quedé intrigado y me detuve para escuchar con atención:
- Bueno, Tomás, -decía- de veras que parece que estás ocupado con tu trabajo.
Estoy seguro que te pagan bien, pero es una lástima que tengas que estar fuera de casa y lejos de tu familia tanto tiempo. Es difícil imaginar que un hombre joven tenga que trabajar 70 horas a la semana para sobrevivir.
¡Qué triste que te perdieras la presentación teatral de tu hija!
Continuó:
- Dejame decirte algo, Tomás, algo que me ha ayudado a mantener una buena perspectiva sobre mis prioridades.
Y entonces fue cuando empezó a explicar su teoría sobre las "mil bolitas".
- Mira, me senté un día e hice algo de aritmética. La persona promedio vive unos 75 años, algunos viven más y otros menos, pero en promedio, la gente vive unos 75 años.
Entonces multipliqué 75 años por 52 semanas por año y obtuve 3.900 que es la cantidad de sábados que la persona promedio habrá de tener en toda su vida.
- No te distraigas y sígueme, Tomás, que voy a la parte importante. Me tomó hasta que casi tenía 55 años pensar todo esto en detalle.
Continuó:
- Y para ese entonces, con mis 55 años, ¡¡ya había vivido más de 2.800 sábados!!
Me puse a pensar que si llegaba a los 75, sólo me quedaban 1.000 sábados más que disfrutar.
Así que fui a una juguetería y compré todas las bolitas que tenían.
Tuve que visitar 3 tiendas para obtener 1.000 bolitas.
Las llevé a casa y las puse en una fuente de cristal transparente, junto a mi equipo de radio aficionado.
Yo seguía escuchando atentamente:
- Cada sábado, a partir de entonces, tomé una canica y la he tirado.
- Descubrí que al observar como disminuían las bolitas, me enfocaba más sobre las cosas verdaderamente importantes en la vida. No hay nada como ver cómo se te agota tu tiempo en la tierra, para ajustar y adaptar tus prioridades en la vida.
Ahora déjame decirte una última cosa antes que nos despidamos y lleve a mi bella esposa a desayunar...
Esta mañana, saqué la última canica de la fuente de cristal y entonces me di cuenta de que si vivo hasta el próximo sábado me habrá sido dado un poquito más de tiempo de vida y si hay algo que todos podemos usar, es un poco más de tiempo...
Me gustó estar en contacto contigo, Tomás, y espero que puedas estar más tiempo con tu familia.
Hasta pronto, se despide "el hombre de 75 años…"
Cambio y fuera, ¡Buen día!
Uno podría haber oído un alfiler caer al suelo en la banda cuando este amigo se desconectó.
Creo que nos dio a todos bastante para pensar.
Yo había planeado trabajar en la antena aquella mañana y luego iba a reunirme con unos cuantos radio aficionados para preparar la nueva circular del Club...
En vez de aquello, desperté a mi esposa con un beso,
- "Vamos querida, te quiero llevar con los chicos a desayunar afuera".
- ¿Qué pasa? - preguntó ella sorprendida.
- Nada; es que no hemos pasado un sábado junto con los chicos en mucho tiempo.
- Por cierto, ¿podemos parar en la juguetería mientras estamos fuera? Necesito comprar algunas bolitas...
Nos acostumbramos a despertar sobresaltados porque se nos hizo tarde…
A tomar café corriendo porque estamos atrasados…
A comer un sándwich porque no da tiempo para comer a gusto…
A salir del trabajo porque ya es la tarde…
A cenar rápido y dormir pesados sin haber vivido el día…
A esperar el día entero y oír en el teléfono: "hoy no puedo ir"…
A sonreír a las personas sin recibir una sonrisa de vuelta…
A ser ignorados cuando precisábamos tanto ser vistos…
A sentarnos en la fila 1 del cine y torcer un poco el cuello porque estaba lleno…
A mojarnos sólo los pies y sudar el resto del cuerpo porque la playa está contaminada…
A pensar en el fin de semana porque el trabajo está duro…
A dormir todo el fin de semana porque siempre tenemos sueño atrasado…
¡¡¡ Nos acostumbramos a ahorrar la vida..!!!
Que poco a poco, igual se gasta… y que una vez gastada, por estar acostumbrados, nos perdimos de vivir.
Alguien dijo:
"La muerte esta tan segura de su victoria, que nos da toda una vida de ventaja"
Si fuiste capaz de leer hasta acá, es posible que necesites releer alguna frase.
No importa si es el principio, y lo mejor es que todavía tienes tiempo, no importa cuanto, es el que tienes y cada día merece ser vivido sin ahorrar VIDA.
Locura es hacer lo mismo una y otra vez y esperar resultados diferentes.
ALBERT EINSTEIN
miércoles, 23 de enero de 2013
2ª Jornada de Oración 2013
Conocerán la verdad, y
la verdad les hará libre (Jn 8, 32)
La Parroquia de Nuestra Señora del Rosario tiene el honor de invitarles a la…
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